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martes, 27 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA PASTORAL








  1. PASTORAL “LOS BATANEROS”

    Por Salvador Valverde Gálvez



                                                  

                Querido enamorado de Málaga: Es probable que cuando estés leyendo estas líneas escritas por el arriba firmante, todavía disfrutes de los últimos días navideños y, con ello, de las reuniones con amigos y familiares en un ambiente festivo en el que seguramente más de un villancico has entonado. Y hablando de villancicos, quizá has tenido la oportunidad de asistir a algún certamen de agrupaciones de pastorales que, sin duda, es el acto cultural-tradicional por antonomasia en las fechas navideñas, y que tanto esfuerzo hacen sus componentes, año tras año, para que no se pierda para siempre esta bonita tradición popular.

                Si es así, lo más seguro es que le haya llamado bastante la atención una de la muchas agrupaciones que hay en la provincia de Málaga: “Los Bataneros”, de la localidad de Arroyo de la Miel (Benalmádena), que aunque no es de las más veteranas, sin duda se ha hecho un hueco entre las más importantes, tanto por su carisma como por la calidad demostrada actuación tras actuación haciendo que, en fechas navideñas, tengan todo el calendario ocupado por la gran demanda que reciben para que asistan a diferentes actos.
     
                Curiosamente, para hablar de su origen, en primer lugar tenemos que remontarnos muchos años atrás de su fundación para saber el por qué del nombre de la agrupación. Desde que se fundó, a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, hasta la fecha presente, la mayoría de sus componentes son personas que, directa o indirectamente, forman parte de la familia conocida como “Los Bataneros”. Y como me comentó Francisco Carmona, miembro de la agrupación, este apodo viene dado por ciertos ancestros de la familia dado que poseía en Mijas una de las fábricas de papel conocida como “Batanes” y, a partir de ahí, la familia fue conocida cariñosamente con el apelativo de “Bataneros”. En el año 1996 se fundó oficialmente la agrupación, de la mano de Francisco Marín y de Domingo Marín. Pero no piensen que comenzaron de cero, ya que tenían mucha práctica y camino recorrido, pues eran varios los años en los que se reunían para festejar algún acontecimiento familiar, o simplemente para “echar un rato”, ya sea de casa en casa o de bar en bar, acompañados de guitarras, panderetas, zambombas, buenas voces, y sobre todo, del arte que caracteriza a esta familia.
     
                La primera salida oficial de la agrupación fue en el año de su fundación, y el lugar fue su propio pueblo, más exactamente “La casa de la Cultura”. No pasaron desapercibidos y, poco a poco, fueron invitados en numerosos actos. En aquellas fechas eran alrededor de veinte personas que se valían de su mejor “arma”: la ilusión.

                Una de las principales peculiaridades que tiene la agrupación, es el estilo personal que infunden en la interpretación de los villancicos. Estilo que tuvo su primera gran recompensa en 1999, en el prestigioso concurso a nivel provincial de la localidad de Almáchar. Al ser fundada la agrupación tres años antes, y al ser primerizos en tan prestigioso concurso, pudo dar la impresión, antes de su actuación, de ser una pastoral novata, con lo que pocas personas se pudieron imaginar el excepcional recital con que agasajaron a todos los presentes. No hubo discusión y la decisión del jurado fue unánime: el primer premio fue para ellos. Pero la cosa no quedó ahí en ese año soñado, ya que la agrupación recibió el tercer premio en uno de los escenarios más importante: el teatro Cervantes de Málaga.
     
                A partir de esos momentos sus miras se dirigieron a otros horizontes, al prestigioso concurso a nivel andaluz de Algeciras. Los éxitos no tardaron en llegar, ya que en 2001, siendo su primera participación, sus componentes volvieron a la provincia de Málaga, entre vítores y alegrías, con el primer premio. Pero no fue la única vez que volvieron tan contentos, ya que han acumulado en su palmarés cinco victorias, además de dos segundos premios. Pero ahí no queda todo: también han recibido varios premios por las letras originales escritas, cuya autoría es de María del Carmen Marín, como tampoco hay que olvidarse de la fantástica voz de Angelines Marín, que también ha recibido varios premios a la mejor solista.




    La agrupación, y la familia que lo forma, también ha vivido momentos duros, como fue la pérdida de los dos queridos miembros fundadores que, seguramente, estarán entonando villancicos en el cielo junto a sus antepasados. Y aunque el mejor homenaje que les da, es dedicarles cada tema que interpretan, hicieron algo muy especial a la memoria de Francisco Marín y de Domingo Marín: meterse en un estudio y grabar once temas en un trabajo titulado Sonajas al Cielo. A continuación transcribo literalmente las emocionadas palabras que les dedicaron en el CD:
               

                Dedicamos este disco a dos de nuestros más queridos componentes, Paco y Domingo. Dos sonajeros que anduvieron cantando villancicos con la misma ilusión que nosotros y que siempre estarán en nuestros corazones… Os queremos.

                Son once temas los que están incluidos en el disco el cual, sin que se esté en fechas navideñas, podemos disfrutar. Da igual el momento. Por orden de aparición, los temas son los siguientes: Homenaje; Cansada María; Niño pobre; Mesonero; Van por el desierto; Era la Virgen MaríaA partir del año 2003, desde que no está físicamente entre ellos Domingo Marín (sí lo está espiritualmente), que era el que llevaba la batuta de la agrupación, lo sustituyó magistralmente su sobrino Cristóbal Marín, que supo mantener el estilo tan característico, sin perder un ápice la calidad en todos los sentidos.
     

                Los Temas, cuya letra y música es autoría de ellos, son los siguientes: La historia sagrada; Esa cara; Viva la Virgen María; El son; Un homenaje, Los Bataneros. Además, tienen varias canciones populares que, estando perdidas sus letras, las han recuperado para el disfrute de todos los amantes de los villancicos. Muy meritorio por parte de la agrupación es la “lucha” continua que tienen que hacer para que esta forma de cultura popular siga estando “vivita y coleando”, y no únicamente cantando y haciendo sonar sus instrumentos, sino también dando a conocer todo el entramado de esta tradición, recibiendo las visitas en su sede (situado debajo del telecabina del Arroyo de la Miel) a todos los que lo deseen para serles explicados todos sus conocimientos. Un buen ejemplo de ello, es la visita que recibieron el pasado 18 de noviembre por parte de más de cincuenta residentes de distintas nacionalidades, con la idea de integrarse en las costumbres y tradiciones populares. Pero lo más importante es que la pastoral asegura que seguirán durante muchos años más, y con ello la tradición, ya que de los más de cuarenta componentes que la forman hoy día, muchos son niños y jóvenes que se muestran con el mismo entusiasmo que los mayores, veteranos que se encargan, con su experiencia, de transmitirles todos sus conocimientos y sabiduría. Suerte a todos.